martes, 19 de diciembre de 2006

Carta de cinco sacerdotes de Puno

Esta carta de renuncia va dirigida a los rectores del seminario de Chucuito/Peru

Queridos Hermanos:

Reciban nuestro fraterno y cariñoso saludo ya casi al terminar el año académico. El 2006 quedará en el recuerdo como un año atípico en la vida del Seminario Nuestro Señora de Guadalupe.

Son ya muchos los años en que con gran esfuerzo - juntamente con nuestros pastores (los fundadores y los que luego vinieron) y con el impulso de ellos - sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos iniciamos y continuamos con esta hermosa y difícil tarea en el Seminario. Cuántas preguntas!! Cuántas satisfacciones!! Cuánta audacia!! Cuántos errores!! Cuántas correcciones fraternas!! Cuántas incomprensiones fraternalmente superadas!! Como no dar gracias a Dios por todo eso!!!

Evidentemente no es una mirada nostálgica lo anterior sino la “carga vital” que se torna en desconcierto y rechazo frente a lo que se dice del Seminario y del Sur Andino en estos últimos tiempos. Desconcierto porque es difícil entender cómo se pueden hacer juicios tan categóricos y fríos por parte de hermanos que con sólo estar unos cuantos meses entre nosotros ya tienen una idea formada sobre la totalidad de la Iglesia en la región: ¡Acá no se hizo nada”, “No se ha hecho catequesis sino sociología” “la iglesia acá ha hecho daño” o declaraciones sobre la fe y moralidad de nuestro pueblo como la que ha sido publicada por la no siempre veraz agencia de noticias ACI…podríamos hacer una lista de las cosas que llegan a nosotros por medio de laicos que no entienden que sus pastores puedan expresarse tan negativamente sobre la larga vida de nuestra iglesia en el sur andino. Sobretodo cuando tenemos siempre presentes las palabras de Jesús “entre ustedes no sea así” (Mc. 10,43) cuando se refiere a las relaciones de poder mal llevadas.

Y rechazo porque lo que estamos defendiendo no son frías ideas, formulaciones, teologías o “ideologías” (como si no las tuvieran quienes emiten esos juicios!!!) sino VIDA, y vida de FE de nosotros como sacerdotes y de nuestro pueblo a quien con extrema simplicidad se le tilda de pagano y “sin gracia de Dios”. Si fueran solo ideas o formulaciones frías no tendrían la natural carga de pasión que viven muchos de nuestros hermanos hoy que se sienten maltratados. Menos mal, la gracia del Señor Jesús nos vuelve mas humanos y no fríos administradores de la misma!!!.

La experiencia del Seminario, al igual que todas las otras experiencias del Sur Andino respondían y responden a la fuerza del Espíritu que la iglesia experimentó en el Concilio Vaticano II. Por eso se puso en práctica la pastoral de conjunto que el Concilio propiciaba, ese el motivo de nuestra presencia como profesores en Chuchito a pesar de no pertenecer a las Prelaturas que avalan la institución. Creemos, sin embargo, que las últimas cosas vividas no son sino intentos de querer no solo frenar sino incluso negar (aunque se diga lo contrario) lo formulado en la iglesia en dicho Concilio.

Hoy hay corrientes dentro del seno de la Iglesia con ideologías contrarias al Evangelio. Según el teólogo José Ignacio González Faus:”La Iglesia se instala así en un “arrianismo eclesiológico”, que concibe como teofánica la autoridad y no la comunión. Y que al movimiento intratrinitario de dar y recibir lo sustituye por un movimiento pagano de imponerse y someterse, que acaba falsificando las dos palabras más propias de Dios para nosotros: Padre e Hijo. O que llama “comunión” a lo que es una mera imposición. Dios ya no es Padre (o madre) “porque da la vida” sino por que “manda”. (Cfr.”CALIDAD CRISTIANA. Identidad y crisis del cristianismo” José Ignacio González Faus. Sal térrea. Santander 2006 P.199)

Dicho esto queremos comunicarles que el próximo año no seguiremos enseñando en el Seminario, nuestra renuncia es una protesta porque las perspectivas del Seminario van por una dirección totalmente contraria a la que hasta ahora tenia, por otro lado no es bueno para los alumnos que se les confunda con posiciones contrarias en las clases y no porque no sea sano el contrarrestar posiciones sino por la forma excluyente y hasta ofensiva con que se tratan las diferencias. Pero hay una fuerte razón mas, nuestra posición de profesores de teología en el Seminario se ajusta en su totalidad a las reflexiones que Mons. Ratzinger afirmaba en una de sus obras “ la verdadera obediencia, no es la obediencia de los aduladores, que evitan todo choque y ponen su intangible comodidad por encima de todas las cosas. Lo que necesita la Iglesia de hoy y de todos los tiempos no son panegiristas de lo existente, sino hombres con quienes la humildad y la obediencia no sean menores que la pasión por la verdad, hombres que den testimonio a despecho de todo ataque y distorsión de sus palabras” (Cfr., J. Ratzinger, EL VERDADERO PUEBLO DE DIOS, Herder, Barcelona, 1972, p. 293).

Entre las acusaciones que se hacen a la Iglesia en el Sur Andino es el haberse identificado con la Teología de la Liberación, sería bueno recordar que con fecha 1 de septiembre de este año, la Conferencia Episcopal Peruana ha enviado a todas las diócesis un documento oficial sobre la teología del P. Gustavo Gutiérrez no sólo dando por “cerrado el tema sobre algunos aspectos de su obra” sino afirmando desde el dicasterio vaticano de la Doctrina de la Fe que no existe ninguna objeción “teológico- pastoral” sobre su teología. Curiosamente dicho texto no ha sido repartido por los obispos de nuestra región a los “sacerdotes, religiosos y fieles” a quienes también va dirigido dicho documento. Si se tratara de la Infancia Misionera, del rezo del rosario o de alguna rúbrica litúrgica se repartiría con una velocidad inusitada. Quede claro que no tenemos ningún tipo de problema con estos 3 últimos temas ya que los trabajamos también en nuestras parroquias, pero sí nos admira el filtro que tienen algunos documentos como este último que hacemos mención.

Evidentemente no queremos poner en tela de juicio las decisiones que los obispos tomen sobre el seminario, no nos corresponde hacerlo dado que no pertenecemos a las Prelaturas pero además porque somos fundamentalmente hombres de iglesia. Pero es casualmente por esto último que nos parece que es importante decir que el ejercicio del rol de maestros que tienen los pastores no debe ser confundido con el rol de “watchdogs” (perros policías). Nos tomamos la libertad de hacer esta calificación por que es al pie de la letra la palabra que hace escasos días el señor Nuncio Apostólico de los Estados Unidos dijo a los miembros de la Conferencia Episcopal Norteamérica. Si se considera ofensiva habría que recriminárselo a él. (Cfr. “Nuncio tells bishops to be teachers, not watchdogs” The Tablet 18.11.2006 www.thetablet.co.uk/articles/8938/).

Esta carta la dirigimos a ustedes y corresponde solo a ustedes darle el uso que vean conveniente. Sí les pedimos que expliquen a los seminaristas nuestra posición. No nos gustaría que ellos interpreten nuestra posición como un huir de la situación. Nada de eso. Queremos que vean en nosotros a personas coherentes con lo que piensan y viven. No admitimos que tan graciosamente se diga que no hemos hecho nada y que hemos hecho cosas sociales y no evangelización. Toda nuestra vida no hemos hecho otra cosa que hablar de Dios, para eso somos sacerdotes. No son nuevas algunas de esas observaciones, la diferencia es que la mayoría de pastores anteriores, a quienes también les habían insinuado esas ideas, fueron fraternos y flexibles para poder entender los que hemos venido haciendo como Iglesia. Hoy tenemos la convicción de un hermetismo que no admite otras posiciones, casi como los artefactos eléctricos modernos que vienen “sellados” sin admitir ningún tipo de reciclaje. Casualmente porque nosotros no estamos “sellados” no admitimos el “usar y botar”. Cerramos con esta decisión un momento largo e importante de nuestras vidas sacerdotales y que volveríamos a repetir por que hemos aprendido mucho de ella. Que los seminaristas sepan que tendrán en nosotros amigos, hermanos mayores, compañeros de trabajo, tienen que saber que seguiremos defendiendo el ser Pueblo y ser Iglesia en las culturas quechua y aymara, el protagonismo de los campesinos y pobres de nuestra región. Nuestras casas y nuestro tiempo estarán a disposición de ellos las veces que lo deseen. Les pedimos les trasmitan estos sentimientos y convicciones.

Finalmente queremos agradecerles a ustedes por su trabajo, que como lo conocemos, lo consideramos valioso. Gracias por todo lo que han hecho y hacen, gracias por las veces que nos consultaron y por las veces que recibieron con tranquilidad las eventuales críticas que les hemos hecho. Y claro nos seguiremos viendo como todos estos años en todas las hermosas cosas que tenemos entre manos.

A pesar del tono que por ratos tiene esta carta, les renovamos nuestro optimismo en el futuro de nuestra Iglesia y de nuestro pueblo. No es una mera ilusión es una convicción que nos viene de la fe en el Resucitado.

Sus hermanos y amigos.

Marcos Degen Dublín C.E.000287230

Juan Gnaldi Codeschi

Luis Edmundo Zambrano Rojas, DNI 01230663

Luis Jesús Lopez Rivera C.E.000254129

Manuel Antonio Vassallo Pastor DNI 07791642

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